Quito, 5 de octubre de 2009
La situación grave por la que atraviesa Morona Santiago y el país, como consecuencia de la escaza capacidad de diálogo mostrada por las autoridades del gobierno nacional y la acción intrascendente de sus autoridades locales, exige que quienes representamos a la gente sencilla, trabajadora y altiva, nos pronunciemos abiertamente en la perspectiva de precisar los hechos y de encontrar una salida a esta situación en el marco de la unidad de indígenas y mestizos, de tal manera de contribuir a paliar el deterioro de la economía y el incremento del conflicto social.
Días atrás a nivel nacional se inició una protesta convocada por el movimiento indígena del que las organizaciones de Morona Santiago somos parte. La misma se explica porque en la Asamblea Nacional se discuten leyes extremadamente sensibles y de gran interés como la de Agua, Ordenamiento Territorial, Comunicación, Educación Superior, entre otras. El tratamiento de estas leyes, al estilo de lo que ocurrió en Montecristi y en el Congresillo, ha generado un malestar social en todo el país; por ello, estudiantes, servidores públicos, maestros, trabajadores, pequeños comerciantes, amas de casa, campesinos e indígenas, hemos levantado acciones de protesta para exigir al gobierno que establezca mecanismos de diálogo con resultados que permitan profundizar el cambio en favor de los más desposeídos.
El movimiento indígena amazónico y en particular el de nuestra provincia mantiene una lucha digna para que la Ley del Agua permita distribuir la misma entre los más pobres y para que se preserven nuestros recursos naturales. Nuestra lucha, como lo he dicho en todos los medios de comunicación nacional, no es una lucha de indígenas a favor de indígenas sino de indígenas para todos nuestros hermanos ecuatorianos.
He convocado públicamente al diálogo y a la vez he exigido que el mismo tenga mecanismos de seguimiento y arribe a resultados concretos, pues de lo que se ha visto, el diálogo como lo entiende el gobierno y sus empleados, se reduce a escuchar y luego a imponer tercamente sus criterios.
El Ministro de Gobierno a través de sus empleados locales reprimió la protesta y como consecuencia hoy lloramos la pérdida de la vida de nuestro hermano shuar Bosco Wisuma y la orfandad de sus hijos y el desamparo de su esposa.
Mi actitud enérgica y propositiva es conocida y ha sido evidenciada en estos días de lucha intensa. Como legisladora continuaré del lado de la mayoría y lucharé para hacerme merecedora de la tradición guerrera de mis mayores, para emular a mis hermanos combatientes de Paquisha y del Alto Cenepa, para ser parte de la cultura guardiana de la selva y del agua, y sobre todo, para integrar las filas de los luchadores populares que buscamos construir una provincia y un Ecuador diverso, unitario, solidario, justo y equitativo.
Denuncié con altivez a los ministros que de forma irresponsable no permitieron madurar el diálogo y alcanzar acuerdos y que de forma prepotente reprimieron nuestra protesta, los califiqué de mediocres e ineptos pues no supieron dar atención oportuna a las exigencias del pueblo. Para referirme a Jhal, Patiño, Carvajal y a la ministra Soliz y a quienes quieren imitarlos u obedecen sus órdenes, los llamé aprendices de pelucones, ex izquierdistas y rezagos de la partidocracia.
Mi posición ha sido y es que los responsables de la represión a nuestra gente: el Ministro de Gobierno y la Gobernadora deben irse a su casa. En el caso del primero ya hemos iniciado acciones en la Asamblea Nacional y deberá comparecer para que explique su acción irresponsable, y en el de la segunda, la gente de Morona Santiago la repudia y la desconoce.
En Morona Santiago quienes ganamos las últimas elecciones somos los hombres y mujeres, shuar, achuar y mestizos que vivimos la interculturalidad y que construimos día a día una provincia diversa y unida. Ganó la gente junto a Pachakutik y solo por la formula de distribución de escaños, los perdedores asumieron puestos de representación, ahora éstos para justificar su inoperancia y la represión, han retomado tesis superadas y estribillos retardatarios para intentar enfrentar a shuar con mestizos.
Exigimos sanción ejemplarizadora a los ministros causantes de que la tristeza, el llanto, el miedo y la muerte se haya regado en la selva amazónica. Exigimos igualmente, que los hijos y familiares de nuestro hermano Bosco Wisuma reciban la atención urgente del Estado Ecuatoriano.
En este contexto, el Presidente de la Asamblea Nacional ha conformado una comisión de parlamentarios para que se desplace a Macas e inicie un proceso de investigación que le permitirá a la Asamblea disponer de insumos para el proceso de fiscalización que debe cumplir. He sido nombrada integrante de dicha comisión, sin embargo, por ser parte del Pueblo Shuar y de su organización, la Federación Interprovincial de Centros Shuar, FICSH y porque mis principios y normas de conducta política me exigen, actuaré únicamente en calidad de observadora. Mi decisión busca además no invalidar la acción fiscalizadora que la Asamblea Nacional debe cumplir, siendo juez y parte. De esta manera con la gente ejerceré el control social necesario para asegurar que el trabajo de los comisionados sea transparente.
El proceso de fiscalización de las acciones represivas de las que hemos sido víctimas, no puede ser remplazado por el trabajo de una comisión de legisladores, mas cuando en ella participa un asambleísta de gobierno que tiene como suplente a la Gobernadora que Morona Santiago desprecia y que debe ser encausada.
Sigue siendo urgente discutir las leyes de manera amplia y participativa para preservar los derechos y las garantías constitucionales de todos los ecuatorianos. Se trata además de madurar y fortalecer a las organizaciones sociales que no pueden estar ausentes de un proceso de cambio.
La lucha de los ecuatorianos y las ecuatorianas continúa para que se revisen las concesiones de privilegio a grupos de interés económico en el manejo del agua, recursos naturales, mineros y petroleros. Luchamos por un Ecuador incluyente, equitativo y solidario y nos corresponde en la legislatura construir, de cara y con la participación de la gente, las normas legales para fortalecer las instituciones del Estado y de la sociedad, para asegurar el derecho al trabajo, la reforma agraria, la soberanía alimentaria, la propiedad sobre la tierra, el derecho al agua y a una educación gratuita y de calidad.
Con el afecto de siempre,
Diana Atamaint
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